lunes, 29 de octubre de 2012

¿Poco tiempo para pensar? O ¿Mucho egoísmo que justificar? ¿Qué es lo que estamos haciendo?



¿Tenemos que ser desahuciados de nuestras viviendas la mitad más uno para que tomemos conciencia?
¿Tenemos que estar parados la mitad más uno para recordar, no cuando al político le interesa recordar la necesidad de cumplirla, sino de verdad, que se cumpla la Constitución Española? (una vivienda digna….)
Como yo tengo un trabajo y puedo llegar a pensar que cuando nuestro sistema sanitario se desplome tendré para pagar un seguro médico particular, no tengo porqué preocuparme.
Como mi poder adquisitivo sigue invariable no he de preocuparme por el aumento de la ratio en la enseñanza pública. Ya pagaré un centro privado para mis hijos.
Puedo llegar a convencerme de que el culpable en un desahucio es el propio desahuciado, sin parar a valorar que en algún momento hubo una entidad bancaria que hizo un estudio de cliente para dar viabilidad a ese crédito hipotecario.
Hagamos memoria, y recordemos, que con nuestro anterior gobierno y tras una segunda inyección de dinero público al sistema financiero, nuestro expresidente (Zapatero) dijo a los bancos (figura en hemerotecas) que el Gobierno estaba perdiendo la paciencia por no dar fluidez a los créditos.
Ante estas palabras, Emilio Botín, comento que los bancos no podían dar créditos de forma irresponsable. En ese preciso instante, un presidente que dice ser de izquierda, debía haberse hecho eco de las palabras del señor Botín y realizar las pertinentes modificaciones legales con objeto de evitar los desahucios ejecutados por la banca sobre las familias en desgracia. Sí, hubiera tenido razones para llevarlas a cabo, ya que recordemos cuando se produce la burbuja inmobiliaria (la cual nos ha traído hasta el pozo en que aún estamos) en tiempos de Aznar (2000-2004) los bancos no se hacían tantas preguntas a la hora de conceder hipotecas, tampoco el Banco de España controlaba las concesiones de dichos créditos. Eran todos comensales en el banquete que se estaba sirviendo. Así pues, nuestro expresidente debía haber dado respuesta a Botín con su propio argumento, la responsabilidad a la hora de otorgar un crédito. Por lo visto cuando en plena “burbuja inmobiliaria” se concedía un crédito hipotecario a 40 años a un ciudadano con un contrato de trabajo de 6 meses, el banco estaba siendo responsable. Pues bien, ahora que nuestro maltrecho ciudadano a perdido su empleo y por ende su capacidad de afrontar pagos, el banco tendrá que esperar. ¡Ojo! El cliente no ha desaparecido, ni se niega a pagar, tan solo y temporalmente no tiene recursos ¡Seamos responsables banqueros! En lo bueno y en lo malo.
Por último y recordándoles a todas esas personas que creen que un mundo de servicios básicos privados puede suplantar a los servicios públicos que hoy tenemos, les digo que jamás un sistema sanitario creado desde su origen con la finalidad de obtener beneficios económicos puede anteponer la salud en última instancia (p.e. de un familiar anciano) a sus intereses.
Nunca un centro de estudios en el que los profesores sean contratados a dedo y regidos por no sé qué moral (dependerá de la religión que sea) pero totalmente polarizados ideológicamente y con un guión fijado a sus docentes sobre qué temas son tabú para los alumnos, podrá darte mayor calidad en su educación que uno público, por muchas instalaciones y pistas deportivas que tenga el privado.

Grecia: Tres millones de personas sin asistencia sanitaria



"En Grecia en este momento hay una ley aprobada por el PASOK (los socialdemócratas griegos) por la cual una persona que no ha cotizado en el año anterior dos meses no tiene derecho a la asistencia sanitaria"

Entrevista a Ángeles Maestro, médica y militante de la Red Autogestionada Antiprivatización de la Sanidad.

martes, 23 de octubre de 2012

Sufragio Universal … ¿Es verdaderamente el pueblo quién decide?



Ayer, un amiguete de derechas me preguntón con cierto sarcasmo, que cual era la explicación de la rotunda victoria del PP en Galicia.

Pienso que en este juego de políticos, democracia y medios de comunicación, las que menos deciden son las conciencias de los votantes.

A este amiguete mío le conteste con otra pregunta para la que él no encuentra respuesta, ¿Y cómo sigue ganando elecciones Hugo Chávez?

A titulo de reflexión sobre nuestro sistema de sufragio os traslado en la misma línea las siguientes interrogantes:
¿Cómo llegó a ser Jean Marie Le Pen Eurodiputado?

¿Qué sentía el pueblo para conceder la victoria electoral a Jorg Haider en Carintia?

Ó .. ¿Cómo diablos un tipo como Berlusconi llego a gobernar Italia durante años?

Después de ofrecer estos ejemplos (podríamos citar cientos, Bush, el PSOE en Andalucía, etc) que no convencen a nadie (ni a rojos ni a amarillos, según sea el caso ¡Claro!) sinceramente, hay ocasiones en las que no creo que el pueblo haya hablado. Probablemente existan otra serie de motivos para que estas decisiones populares se hayan producido. Creo que los poderes políticos y mediáticos a su servicio terminan por hacer creer al ciudadano que no hay otro camino, e incluso que él mismo es origen del problema a resolver por la tutela política.

En fin esto es de locos.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Contra el olvido.



Afectan a millones de personas y causan la muerte de decenas de miles cada año. A pesar de ello, la leishmaniasis visceral, la enfermedad del sueño y el mal de Chagas apenas suscitan la atencion de las companias farmaceuticas, de los responsables politicos o de los grandes medios de comunicacion.


En este mismo instante, hay cientos de miles de personas que necesitan un tipo de ayuda muy concreta. Sabemos dónde se encuentran, probablemente. Sabemos lo que necesitan. Hay recursos y capacidad suficiente para ayudarles. Pero gran parte de estas personas están olvidadas, y este olvido puede resultar fatal. Hay 17 enfermedades clasificadas como enfermedades tropicales desatendidas (ETD)i. Como el siguiente informe explica, se trata de una serie de infecciones que suele cobrarse la mayor parte de sus víctimas entre los más desfavorecidos y casi siempre producen un daño profundo a nivel físico, médico y económico tanto en quienes las padecen como en sus familias. Se estima que más de medio millón de personas mueren cada año a causa de las enfermedades desatendidas. Aún así, la mayoría de estas ETD todavía están olvidadas. Y ya ha pasado demasiado tiempo. Durante los últimos 25 años, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha trabajado con una especial atención en tres ETD que ponen en riesgo la vida de quienes las padecen: Kala azar (o leishmaniasis visceral), enfermedad del sueño (o tripanosomiasis humana africana), ambas mortales en caso de no tratarse; y la enfermedad de Chagas, que puede causar complicaciones muy graves. A pesar de que estas enfermedades afectan a millones de personas y matan a decenas de miles cada año, apenas atraen la atención de las compañías farmacéuticas, de los responsables políticos o de los grandes medios de comunicación. MSF publica este informe como parte de un esfuerzo constante en mostrar los efectos de estas enfermedades sobre las personas que viven lejos de la atención mediática y que, a causa de la pobreza y el aislamiento, no tienen voz. Esperamos que este documento ayude a esclarecer los aspectos más importantes relacionados con el tratamiento y el control de estas enfermedades, así como a transmitir la experiencia del trabajo realizado por MSF y que, en última instancia, contribuya a estimular el tipo de investigación y desarrollo que podría tener un impacto mayor en las vidas de los afectados. He trabajado en los programas de MSF para la atención de la enfermedad del sueño en Angola y en República del Congo, países condicionados por factores que hacen que la enfermedad sea más peligrosa: conflicto, pobreza, desplazamientos masivos de población, y un sistema de atención sanitaria de escasa eficacia. Esa experiencia me sirvió para conocer de primera mano gran parte de los temas que se tratan en este informe. Hace una década, el mejor fármaco disponible para tratar la enfermedad del sueño tenía efectos tan tóxicos que causaba la muerte del 5% de las personas que lo recibían. Debido a la falta de otras opciones de diagnóstico, la realización de una dolorosa e invasiva punción lumbar era entonces, y aún lo es, el único modo de confirmar la fase en que se encuentra la enfermedad. Aunque había numerosos pacientes, estos vivían con escasos recursos, lo que significó que las compañías farmacéuticas no considerasen rentable la elaboración de nuevos fármacos y métodos de diagnóstico para su atención. Los gobiernos de los países afectados así como los de países donantes hicieron muy poco para impulsar una agenda que pudiese conducir a una mayor investigación y desarrollo en nombre de las personas que sufren estas enfermedades. No obstante se han logrado algunos avances en el tratamiento de la enfermedad del sueño, en gran parte gracias a la investigación en la que se ha involucrado MSF junto a otras organizaciones, en particular, la iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi), que MSF contribuyó a fundar. Pero incluso la nueva combinación de fármacos que se ha desarrollado tiene sus inconvenientes. Algunas organizaciones como la Fundación Gates  y ciertos gobiernos se han comprometido recientemente a destinar más recursos para el control de las ETD, lo que supone un avance al que debemos darle la bienvenida. Pero aún existe la necesidad urgente de contar con programas de tratamiento adicionales, financiados de manera sostenida y sostenible que además cubran las enfermedades que ponen en riesgo la vida de los pacientes, como la enfermedad del sueño, el Chagas y el kala azar, junto a las otras ETD. Y además, todavía hay espacio para que los gobiernos nacionales de los países endémicos asuman una mayor responsabilidad en la realización de sus propios esfuerzos e influyan en que la agenda avance. El camino que tenemos por delante no es fácil. Está lleno de desafíos. Por citar solo uno, la dificultad de acceso a los pacientes, por vivir en contextos inseguros y aislados, hace que la búsqueda de casos sea incompleta, la vigilancia de baja calidad, y se limite en gran medida el seguimiento de la atención. Pero habiendo estado tan profundamente involucrado en el programa de MSF para la enfermedad del sueño, y sabiendo el compromiso de la organización con las personas que sufren de las tres ETD más mortíferas, también sé lo que es posible. Si hay voluntad, si se destinan a ello los esfuerzos y recursos necesarios, se salvarán muchas vidas. Será posible dar tratamiento y curar a las personas afectadas, las cuales podrán continuar con sus vidas de manera saludable y productiva. Si estas enfermedades dejan de estar desatendidas, ya no serán tan mortales.



Dr. Unni Karunakara.
Presidente internacional
Médicos Sin Fronteras. Ginebra, Suiza