jueves, 10 de enero de 2013

Crónica de un ERE anunciado.



Hace unos meses, oímos a la Sra Merkel asegurar que la reforma laboral y la consiguiente reducción salarial aplicada a los trabajadores, estaba dando sus frutos, haciendo de España un país más competitivo (en otras palabras, más pobre y desprotegido). Si consideramos que esta opinión emana de una mujer alemana que conoció lo que es disfrutar de nuestra oferta turística por pocos marcos (en aquel momento, frente a nuestra peseta) comprenderemos su tremenda satisfacción ante la certeza de que en poco tiempo, tanto ella como el resto de Europa (salvo los países mediterráneos y Portugal) podrán nuevamente disfrutar de nuestros económicos servicios. Increíblemente con el euro, una moneda única que un día nos hizo pensar en Europa como un Estado Confederal en el que todos los europeos tuvieran un poder adquisitivo y una prestación de servicios públicos similares.
 
La consigna que Europa (Alemania) traslada a nuestro Gobierno es clara, los españoles deben cobrar menos. Para lograrlo, nuestros gestores han rebajado nuestro derecho laboral a niveles desconocidos en nuestra actual etapa democrática, reduciendo el diálogo social entre empresarios y trabajadores a una simple oferta de “ahora te doy la mitad, ¿lo tomas o lo dejas?”.

Pero no es la intención de este artículo el realizar un análisis del desequilibrio en la calidad de vida de los europeos. El objeto de este escrito es alertar de uno de los recursos empleados en este empobrecimiento paulatino de la población, haciéndonos más “competitivos”, sirviendo como ejemplo, un acontecimiento puntual que conozco de primera mano.

Recientemente AENA (Ente Público Aeropuertos Españoles) ha publicado el presupuesto máximo por el que sacará a concurso el Expediente de Climatización, Protección Contra Incendios (PCI) y Tratamiento de Aguas. Dicho expediente ha sufrido una reducción presupuestaria del 30% aproximadamente. Así pues, cuantificando dicho porcentaje es necesario conocer que en el último concurso AENA ofertó dicho expediente por 1.800.000 euros, mientras que la partida presupuestaria máxima para el actual es de 1.170.000 euros.

En la actualidad, dicha contrata dispone de una plantilla compuesta por 31 técnicos, 3 encargados, 2 ingenieros, 1 bióloga, 1 administrativa y 1 delineante, a pesar de que diversos estudios o valoraciones realizados por ingenieros adscritos al servicio advierten de la escasez de personal, tratándose de la carga de trabajo que conlleva el citado expediente.

A estas alturas y con los datos ofrecidos hasta el momento, cualquier persona o empresa del sector siderometalúrgico habrá comprendido que por el presupuesto ofertado por AENA esta plantilla es insostenible, y por tanto cumplir con las horas de mantenimiento, imposible. Para que cualquier lector lo entienda, vemos como necesario aclarar que, el coste anual global de un técnico según el Convenio Siderometalurgico de Málaga, supone para una empresa unos 28000 euros aproximadamente, seguros sociales, pluses, festivos, etc incluidos. Además la nueva y futura concesionaria tendría otros gastos como vehículos, seguros aeroportuarios, herramientas, ropa de trabajo, alquiler de locales, etc.

Es aquí donde nos detenemos para describir la estrategia diseñada entre políticos y empresarios para abaratar costes en salarios, partiendo del anteriormente citado, desmantelamiento jurídico, el cual permite a los empresarios realizar ERES, argumentando motivos legales impensables años atrás. Así las empresas que concursan por la obtención de la contrata son conocedoras de la necesidad, cuando menos de los actuales recursos humanos, para la gestión del volumen de trabajo correspondiente a estas instalaciones:
·       Terminal 1
·       Terminal 2 (5.453.200 W de potencia frigorífica,)
Sólo esta terminal, cuenta con  38 UTAS, 6 enfriadoras, 10 bombas de calor, fan coils, equipos autónomos (34 VRV sólo en rampas), etc.
·       Terminal 3 (15.839.000 W de potencia frigorífica)
Sólo esta terminal, cuenta con 70 UTAS, 433 Fan Coils, 133 ventiladores, 146 equipos autónomos en Centros de Cableado, SAIs y CTs, 10 equipos Roof Top 60/74 kW en Prepasarelas,  7 centrales PCI con más de 4500 detectores y cientos de maniobras, sistema neumático de 117 exutorios, etc.
·       Torre de Control
·       Edificio Anexo a Torre de Control
·       Terminal Histórica (museo)
·       Edificio Interpretación
·       Edificio Museo
·       Oficinas Plan Málaga
·       Terminal de Autoridades
·       Edificio Seguridad y Servicios
·       Edificio Social Aena (Hogar del Jubilado)
·       Edificio Aviación General
·       Edificio PIF
·       Edificio CTF
·       Edificio Actividades Aeronáuticas
·       Edificio Terminal de Carga
·       Nave Cocheras
·       Central Eléctrica CELT
·       Central Eléctrica CELA
·       Parque Bomberos Antiguo
·       Parque Bomberos Nuevo
·       OTROS:
·        Casetas de Navegación Aérea
·        Galerías Subterráneas
·        Parkings
·        Estación Autobuses (88 plazas)
·        “Túnel”
·        CPDs (sólo el CPD de T3 cuenta con 20 equipos)…

Instalaciones de Agua:
·       Potabilizadora y Grupos de Presión Antigua Bolsa de Taxis
·       Potabilizadora y Grupos de Presión T3 (Producción de 1500 m3/día agua osmotizada)
·       Otras potabilizadoras y Grupos de Presión (T2, Actividades  Aeronáuticas, Terminal de Carga, Aljibe Norte, Bomberos …)
·       Grupos de Presión PCI (T1/Parking 1, T2, Parking 2, T3 (4 grupos), Edf. Actividades Aeronáuticas, Edf. Terminal de Carga, Parking 0, Edf. Bomberos nuevo, Torre de Control, Edf. Aviación General, Edf Seguridad y Servicios)
Instalaciones Aguas Residuales:
·       EDAR Norte
·       EDAR Sur (Capacidad de 791 m3/día)
·       EDAR Bomberos
·       Pozos de Bombeo de Aguas Fecales (sólo T3 cuenta con 24)

A pesar de lo visto hasta el momento, todos sabemos que, aún la evidente contradicción manifiesta entre el personal requerido y la reducción presupuestaria, habrá empresas que opten por acceder a sabiendas que conforme asuman la gestión presentarán un ERE. El objetivo de fondo, no es reducir la cantidad de trabajadores llevando a cabo un número de despidos, sino someter al resto de la plantilla y a sus representantes a un proceso de tensión preciso, que como resultado proporcione una negociación a la baja en salarios y en la que el empresario como moneda de cambio tan solo ofrezca, en el mejor de los casos, la readmisión de aquellos que nunca tuvo intención real de deshacerse (sabe que son necesarios e incluso insuficientes para la realización del trabajo).

Con el presente análisis no pretendemos vaticinar posibles acontecimientos, tan solo estamos reproduciendo hechos ya acontecidos en otras contratas privadas que gestionaban expedientes para edificios o entidades públicos y dejando patente el desinterés de la propia Administración por el cuidado y mantenimiento sobre sus instalaciones.




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